martes, 8 de septiembre de 2015

El poder oculto de la televisión

La televisión es maravillosa. No sólo nos produce dolor de cabeza sino que además, en su publicidad, encontramos las pastillas que nos aliviarán. (Bette Davis)
Cualquier comportamiento que conduce a una experiencia placentera se repetirá, especialmente si ese comportamiento requiere poco trabajo. Los psicólogos llaman a este patrón "refuerzo positivo" y normalmente termina convirtiéndose en una adicción. En este sentido, ver televisión encaja en la categoría de un agente adictivo.

Investigaciones como las del estadounidense Herbert Krugman revelan que cuando una persona mira televisión la actividad cerebral cambia del hemisferio izquierdo al derecho.
El hemisferio izquierdo es la zona de pensamientos lógicos, la información recibida se separa para analizarlos críticamente. El hemisferio derecho recibe los datos sin crítica, procesa toda la información como un Todo y conduce a respuestas emocionales.
Este desplazamiento de izquierda a derecha estimula la liberación de endorfinas (hormonas del sistema nervioso central similares a la morfina), estas tienen efectos analgésico y sedeantes, por lo que es posible convertirse en un adicto a la Televisión.

Las actividades que liberan endorfinas suelen producir dependencia. De hecho, los espectadores de televisión incluso casuales experimentan los síntomas de abstinencia si dejan de ver la televisión durante un período prolongado de tiempo.

El televisor funciona como un sistema de entrega de medicamentos de alta tecnología, y todos sentimos sus efectos. La pregunta es, ¿puede una adicción a la televisión ser destructiva? La respuesta que recibimos de la ciencia moderna es un rotundo "Sí!"


Cuando vemos la televisión, la actividad en las zonas superiores, el neocortex (el que está dividido en izquierdo y derecho), disminuye, mientras que en las zonas inferiores, como el sistema límbico, aumenta. Éste sistema se relaciona con funciones mentales primitivas, está encargado de nuestra supervivencia como humanos (utiliza programas de respuesta de “lucha-huída”), pero no puede distinguir entre la realidad y la versión que se presenta en la televisión.

Por este motivo, aunque superficialmente estemos conscientes de que “solo es una película”, el plano subconsciente no lo ve así (incluso el corazón se acelera en determinadas escenas de suspenso). Las distorsiones que sufrimos suceden en el subconsciente muchas veces sin detectar.


Para que el cerebro pueda comprender y comunicar significados complejos debe estar en un estado de flujo dinámico de comunicación entre todas las zonas del cerebro, lo que facilita la comprensión y conduce a la formación de ideas complejas. Estos niveles de actividad están presentes en actividades como leer, escribir y trabajar en ecuaciones matemáticas.

En 1928, Edward Bernays, sobrino de Sigmund Freud decía: 
“La manipulación consciente e inteligente de los hábitos y opiniones de las masas es un elemento importante en la sociedad democrática. Aquellos que manipulan este mecanismo oculto de la sociedad constituyen un gobierno invisible que es el auténtico poder que controla nuestro país”.

EL EFECTO HIPNOTICO DE LA TELEVISIÓN

El cambio rápido  de las imágenes de la TV contribuye a un efecto hipnótico. Un programa es educativo cuando la referencia de la escena dura de 30 segundos a 1 minuto.

La manera clásica de mirar la TV es parecida a un entorno típico para la inducción hipnótica (una habitación oscura y una luz parpadeante). Y recordemos también que la velocidad en el cambio de las escenas influye para que el efecto sea inócuo o dañino.


El Doctor Thomas Mulholland observó las ondas cerebrales de unos niños cuando miraban sus programas favoritos. Los niños estaban mentalmente involucrados con lo que veían y experimentaban un cambio continuo en la actividad de las ondas cerebrales alfa y beta, en cambio a solo unos minutos de terminado el programa entraron totalmente en el patrón alfa. Significa que mientras estaban viendo el programa estaban lo que se podría decir “desconectados”.


Hoy estamos bombardeados desde todos los ángulos con distracciones, sustancias, y condiciones creadas para transformar la manera en que interpretamos nuestra realidad. Estamos siendo condicionados desde el nacimiento a actuar cada vez más sin conciencia, lo único que nos diferencia de todos los demás seres vivos
Estamos, literalmente, siendo programandos dentro de un profundo sueño despierto, una existencia como zombis.

Fuente:http://conspiraciones1040.blogspot.com/la-television-nos-esta-convirtiendo-en/

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