El continente perdido de "Mu" (Ciudades sumergidas)

En 1868, Un oficial de la armada británica en la India ,llamado James Churchward ,descubre por mediación de un sacerdote de un templo Hindú, varios sets de antiguas tablillas de barro que estaban escondidas y abandonadas por los sacerdotes a través de los años en las bóvedas del templo.

James Churchward

Con la ayuda de un amigo, Churchward aprende como descifrar las inscripciones de las antiguas tablillas y se da cuenta que se había tropezado con la increíble historia de un gran continente perdido, que fue la primera gran civilización sobre la tierra.Hablaban de una gran civilización que se había alzado, florecido y decaído mucho tiempo antes que todas las conocidas por los estudiosos.

Era el gran continente de Mu, la madre patria de todas las razas de la tierra.

Por largos años, Churchward siguió los pasos de esta nueva civilización misteriosa por los confines de la tierra, poniendo juntas todas las piezas de un gran rompecabezas. Después fue adquiriendo más y más información y una maravillosa imagen se empezó a formar. La impresionante figura de un vasto continente del océano pacífico y sus habitantes. El resultado final de la inmensa labor de Churchward fue su sorprendente libro “El continente perdido de Mu”

Tristemente, después de su primera aparición en 1926, fue objeto de burla y críticas por los arqueólogos de esos días, y muy pocos tomaron sus descubrimientos y teorías de una manera seria.

Fue clasificado más como ciencia ficción que como un estudio científico serio.

Sin embargo, hoy en día, estudios de los mapas batimétricos ( la batimetría es el equivalente submarino de la altimetría) y las cartas geográficas del fondo del océano pacífico pueden demostrar que hay un apoyo geológico razonable para la existencia de un gran número de islas grandes y extensas que formaron una serie de cerros a través del pacifico, que pudieron ser sumergidas por la actividad de las placas tectónicas hasta el fondo del océano.

click sobre la imagen para ampliar

Es sabido que existe una región altamente inestable, rodeada por el llamado “anillo de fuego” de volcanes, y regiones propensas a terremotos, donde las placas tectónicas chocan entre si, además de que existen cadenas de montañas en el fondo del mar, de las que casi la mayoría son volcánicas, también hay profundos abismos conocidos como las “fosas”.

En 1985, el submarinista japonés Kihachirō Aratake (新嵩喜八郎), halló por casualidad un megalito tallado de 120 m. de largo, 40 m. de ancho y 20 m. de alto, que probablemente estuvo fuera del mar durante las eras glaciares, con formas en su superficie que parecen haber sido talladas por el hombre. Un conjunto de estructuras descubiertas en el océano pacífico, en la isla japonesa de Yonaguni

Las estructuras parecen dar contenido a las leyendas de: 
Una civilización prehistórica  llamada Lemuria o Mu.

Paradójicamente, los japoneses llamaban a sus emperadores prehistóricos Jim Mu, Tim Mu, Kam Mu, etc., lo que quizá significa que sus ancestros fueran supervivientes de esta civilización. Asimismo, en el norte de Japón hay un importante río llamado Mu.

Las Estructuras de Yonaguni

Calificada por algunos científicos como el hallazgo arqueológico del siglo, las estructuras descubiertas accidentalmente en la costa japonesa de Yonaguni se presentan en forma de pilares hexagonales, escaleras, avenidas, arcadas y hasta una pirámide escalonada.

Por su arquitectura geometría con rectas y ángulos perfectos nos recuerda también a Tiwanaku.

Aunque las hipótesis más conservadoras postulan que las estructuras de Yonaguni son producto de la marcada actividad sísmica de la zona, los ángulos precisos en las piedras y la disposición que guardan unas con respecto de las otras, hacen que la apreciación de la “ciudad” sumergida de Yonaguni no pueda interpretarse más que como obra de la ingeniería humana.

Pruebas favorables que se suman a esta última postura son la composición química de roca calcárea inexistente en la región, que presentan algunas secciones de las rocas, dos orificios de 2 metros de profundidad adyacentes a una de las estructuras – los cuales ningún arqueólogo se atreve a calificar como naturales -, y una piedra ovalada que no parece pertenecer al conjunto, cuya punta mira hacia el norte. La antigüedad del conjunto de la ciudad sumergida de Yonaguni se estima en unos “modestos” 10.000 años.

En términos históricos no se le pueden atribuir su construcción al reino de Ryūkyū, ya que históricamente, el reino es reciente (siglos XII-XVII). Esto daría fuerza a las especulaciones según las cuales Yonaguni pudo ser parte de la civilización de Mu y que luego desapareció, tal y como la Atlántida o Thule.

Se trataría de una construcción realizada al menos hace 10 milenios, lo que la convertiría en la estructura arquitectónica más antigua conocida, muy anterior a las primeras edificaciones de Mesopotamia, Egipto, India y China.

Se han encontrado en las costas cercanas a Yonaguni unas “tablas” de piedra, ahora llamadas “la piedra Rosseta de Okinawa”, las cuales están grabadas con símbolos que son similares a los jeroglíficos egipcios. El mensaje no ha sido descifradoa aún, pero podría ser la historia de la ciudad perdida ya que el símbolo de la pirámide está grabado en repetidas ocasiones.

El hecho de que las ruinas se encuentren sumergidas, y asumiendo que las estructuras no sean de origen geológico, estas debieron ser talladas cuando el monumento se encontraba fuera del agua, es decir, en la época glaciar, cuando los niveles del mar eran mucho más bajos debido a que la mayor parte del agua se encontraba congelada en el hemisferio norte.

Esto quiere decir que la última vez que el monumento de Yonaguni se encontraba fuera del agua, y por tanto, ya construido, fue sobre el año 8.000 AC, unos 5.000 años más antiguas que las pirámides de Egipto. Pero afirmar esto es ir en contra de la cronología actual, oficialmente aceptada por la arqueología.

Fuentes:http://laplacamadre.wordpress.com/2014/01/12/ciudades-sumergidas/