Listos y vigilantes

Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando... (Lucas 12:37)

Lectura recomendada: Amós 4:1-9

Un día un viajero en Suiza descubrió una hermosa pero escondida finca en la orilla de un tranquilo lago. Llamando a la puerta del jardín, le abrió un anciano vigilante que le invitó cordialmente a que entrara. El guardián pareció contento de ver a otra persona y le mostró gustosamente el jardín.

«¿Cuanto tiempo hace que está usted aquí?», le preguntó el turista. «Muchísimo tiempo», le contestó. «¿Y cuan a menudo ha venido el dueño?» «Cuatro veces» «¿Cuando estuvo aquí por última vez?» «Hace muchos años. Estoy solo casi siempre; son muy pocas las veces que viene nadie por aquí» «Y sin embargo, tiene usted el jardín en perfecto orden -dijo el viajero-, y todo florece como si estuviera esperando a su señor mañana mismo» «No señor -exclamó el guardián-, ¡lo he arreglado como si estuviera para llegar hoy!» El turista se quedó impresionado por la fidelidad de aquel hombre.

Siendo creyente en el Señor Jesucristo, se dijo a sí mismo: «Igualmente es nuestro deber, como cristianos, de estar listos para el retorno de nuestro Señor en cada momento».

La cosa más segura en el mundo es el retorno de Cristo para llevar a los suyos con Él. Pero debido a que no ha sido revelado el momento exacto de Su venida, deberíamos estar constantemente esperando y velando por Su venida.

La promesa de que podría aparecer en cualquier momento es el mayor incentivo para la santidad y el evangelismo que podamos encontrar en cualquier lugar de la Biblia.

Si supiéramos que el Señor Jesús iba a volver durante las próximas 24 horas, ¿cómo hablaríamos, cómo viviríamos, y cómo trabajaríamos? Deberíamos vivir cada momento con esta posibilidad en nuestra mente. ¡Podría volver hoy!

PENSAMIENTO: Los que velan más por el retorno de Cristo caminan más cerca de Él y trabajan más duro para Él.