La Piedra de Rosetta

Por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud (Colosenses 1:19)

Lectura recomendada: Colosenses 1:13-20

La piedra de Rosetta, descubierta en 1799, es una piedra con una inscripción en tres lenguas, una de ellas los antiguos jeroglíficos egipcios.

El erudito Thomas Young supuso que los nombres del rey y de otra realeza eran la clave para descifrar las inscripciones. Y estaba en lo cierto.

De igual modo, cuando el erudito alemán Georg Frederich Grotefend descifró el cuneiforme, el antiguo sistema de escritura del medio oriente, supuso que una cierta secuencia de signos se referían al Rey Darío. También estaba en lo cierto. En ambos casos, el nombre del rey fue la clave para descifrar el lenguaje.

La Piedra Rosetta fue trasladada al Museo Británico desde 1802 y hasta nuestros días, sigue expuesta ahí.

Hay otro Rey cuyo nombre es la respuesta a algunas de las cuestiones más problemáticas de la vida. Es Jesucristo. Si estamos relacionados correctamente con Él, tenemos la clave para las cuestiones del pecado y de la culpa, y del cielo y del infierno.

Él da significado eterno a nuestras pruebas y a las debilidades de cuerpo y mente que todos afrontamos como miembros de una raza humana caída.

Quizá ahora mismo estás afrontando un problema difícil o una enfermedad incurable. Que el nombre del Señor sea tu torre fuerte (Proverbios 18:10). Somos miembros del reino del Hijo del amor de Dios (Colosenses 1:13). En Cristo todas las cosas consisten. Ríndete ante Su señorío. ¡Cristo es la respuesta!

PENSAMIENTO: Cristo como Salvador nos da la paz con Dios; Cristo como Señor nos da la paz de Dios.