Anhelando respirar con libertad

Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres. (Juan 8:36)

Lectura recomendada: Juan 12:23-36

Levantándose majestuosamente en el puerto de Nueva York se halla la Estatua de la Libertad, un símbolo de esperanza para los pueblos oprimidos del mundo.

Durante casi 130 años, esta majestuosa dama, levantando enhiesta la antorcha de la libertad, ha dado la bienvenida a refugiados de allende de los mares. Inscritas en el pedestal de este imponente monumento están estas palabras de Emma Lazarus pertenecientes al soneto «The New Colossus» (El nuevo coloso):

Dadme vuestros cansados, vuestros pobres, vuestras hacinadas masas anhelando respirar con libertad, los míseros que echáis de vuestras costas repletas, enviadme a éstos, sin hogar, abrumados, a mí: Yo levanto mi lámpara ante la puerta de El Dorado.

Escrito en 1883,"The New Colossus", está grabado en una placa en el pedestal de la estatua de la libertad.

Cientos de miles de inmigrantes que no podían tolerar el oprimente ambiente de la tiranía dieron respuesta a esta invitación, y plantaron sus hogares en EE. UU.

Hay otro monumento que ofrece libertad espiritual a las almas abrumadas en todo lugar. 

Su forma es la de una cruz romana. Hace algo más de 2.000 años, Jesucristo, el Dios hombre, colgó de ella, con Su cuerpo malherido y Sus brazos abiertos.

Los que vieron aquella escena terrible deben haberse sentido repelidos. Pero de aquel árbol maldito ha salido la invitación a las masas de pobres fatigados que languidecen en esclavitud espiritual. Aquel que sufrió allí era algo más que un símbolo de la libertad.

Al morir en nuestro lugar, Él compró nuestra libertad de la pena y del poder del pecado. Un anhelo a respirar con libertad corre profundamente en los corazones de las personas en todo lugar. ¡Pero solamente aquellos que conocen a Cristo como Salvador y Señor, son verdaderamente libres!

PENSAMIENTO: La verdadera libertad se halla en el servicio a Cristo.